¿Por qué hay información en Internet que los buscadores no pueden recuperar? ¿Qué tipos de contenidos o archivos están en tal situación?
Porque hay una enorme cantidad de contenidos que no están indexados por los motores de búsqueda: es lo que se conoce como Internet profunda. Se trata de archivos a los que los robots de los buscadores no llegan y de los que por tanto no pueden guardar copia, ni indexar sus textos, ni facilitar resultados cuando consultas. Los buscadores sólo exploran la superficie de la red. Los contenidos en esta situación son:
-
Generado dinámicamente en bases de datos, sin páginas ni URL estables.
-
Hospedada bajo interfaces y sistemas de búsqueda propios.
-
Disponible sólo mediante registro personal, nombre de usuario, contraseña, etc.
-
De pago, mediante suscripción, licencia, pago por uso, etc.
-
Bajo formatos o tecnologías especiales, multimedia, etc., no páginas html.
¿Qué entendemos por herramientas de búsqueda? ¿Y fuentes de información?
Las herramientas de búsquedas son aquellos medios que necesitamos para encontrar la información dentro de la web, en cambio, las fuentes de información son los distintos documentos que contienen la información como tal. Se pueden acceder a ella con las herramientas de búsqueda.
¿Qué son, en este contexto, las bases de datos documentales? ¿Y los catálogos?
Las bases de datos documentales son grandes archivos digitales que reúnen e indexan datos de documentos científicos. No funcionan recorriendo la web, sino incorporando esos datos de manera selectiva e inteligente, por parte de personas que definen y deciden qué literatura se analiza. En bastantes casos, los registros de las bases de datos enlazan a los textos completos de los documentos científicos, o incluso los contienen.
Los catálogos son bases de datos que describen documentos científicos de diversos tipos que se conservan, proporcionan o distribuyen en un lugar o entidad: catálogos de bibliotecas, de librerías, proveedores.
¿En qué consiste la validación o acreditación de la literatura científica, ¿cómo se hace?
La literatura científica es el conocimiento acreditado en el seno de comunidades de expertos, que evalúan los resultados de la investigación. Los informes sobre los nuevos descubrimientos y desarrollos son sometidos a escrutinio de los colegas más cualificados antes de darse a conocer. E igualmente sucede con el resto de las publicaciones que van condensando y sistematizando el conocimiento disponible y consolidado, el estado del arte en cada disciplina. Así se va conformando el corpus de la literatura científica de cada especialidad: lo que, en cada rama del saber, se sabe. Y que constituye la base de tu formación universitaria.
¿Qué define a la literatura científica? ¿Qué elementos o rasgos la caracterizan?
La información científica acreditada y los rasgos que la caracterizan son los siguientes:
-
Está integrada por documentos, que son registros de información ideados para la comunicación del conocimiento por parte de las comunidades científicas.
-
Pertenecen a unos cuantos géneros o tipos característicos, conocidos y limitados.
-
Su contenido es resultado de alguna forma de proceso editorial: un sistema de selección y revisión, anteriores a la publicación, por parte de personas o entidades independientes de los creadores y dignas de confianza, o algún mecanismo de aprobación y control de calidad en todo caso: no son autopublicaciones.
-
Están en formato digital, pero a veces también en versión impresa, en papel.